​6 consejos para tu nueva decoración de esta primavera

La primavera significa el florecer, la exuberancia de la vegetación, los colores naturales más esplendorosos. Todo eso es muy difícil de trasladar al interior de casa. Es más, deberíamos plantearnos aprovechar esa explosión de vida de otra forma. O sea tomar la esencia, la frescura que irradia la primavera, los aires de renovación, los aromas alegres y eso como mejor se puede respirar es abriendo las ventanas y llevando a cabo una buena limpieza de casa

Y cuando hablamos de limpieza, no solo nos referimos a quitar el polvo o pulir la plata. Si no que se trata de quitar cosas, trastos inútiles y que ya estamos cansados de verlos por casa. Es un nuevo ciclo, un cambio, y vamos a empezar, quitando cosas, limpiando y dejando que lo que más nos guste y tome un protagonismo mayor en un ambiente mucho menos recargado, más armónico y más brillante.

Deja que la casa se ilumine con el sol. Abre bien las ventanas y recoge las ventanas. Que entre no solo la luz, también los aromas, los sonidos, la naturaleza dentro de casa.

Si tienes un jardín, a partir de ahora y durante unos meses, tus labores y el ocio hogareño va a estar a caballo entre el interior y el exterior. Mientras que si no tienes esa suerte, al menos abre de par en par la puerta de la galería y si no te da para tener allí un buen catálogo de macetas, opta por maravillosas plantas de interior que le den vida, aromas y colores a tus habitaciones.

De paso, tanta entrada de luz, te va a mostrar desconchones de pintura o rincones mal empleados de la casa. Así que aprovecha para darle una mano de pintura, o al menos colocar algún cuadro, mover un mueble o comprar una mesa auxiliar que tape esos desperfectos.

Te hemos comentado que abras bien las cortinas. Pues bien, no solo eso. Mucho mejor si las cambias. Quita las cortinas recias y oscuras del invierno, y opta por otras mucho más livianas, y de tonos muy suaves. No son los únicos elementos textiles que has de cambiar. 

Cuanto te decíamos al principio que vas a cambiar el vestuario de abrigo por el más fresco, también nos referíamos por ejemplo a cambiar la franela por el algodón en las sábanas de la cama, cuya apariencia va a renovarse por completo al quitar el edredón o la manta y poner una colcha mucho más alegre. 

Algo similar puedes hacer con alfombras y felpudos. Aprovecha para llevarlos a la lavandería a hacerles su limpieza anual, y si lo deseas pon alfombrillas mucho más ligeras, o si no deja durante unos meses las alfombras en el trastero. Una buena excusa para ponerlas de nuevo a partir de septiembre u octubre y volver a cambiar un poco el aspecto de casa. Cualquier cambio siempre es bienvenido como símbolo de dinamismo y por lo tanto de vida.

Ya lo hemos anticipado antes. Tal vez ahora sea el momento más idóneo para pintar las paredes de casa, o al menos de alguna habitación. Algo que nunca viene bien, no hay que engañarse, pintar siempre supone un engorro. Se lo haga uno mismo o contemos con el trabajo de expertos pintores profesionales, lo cierto es que es bastante pesado. Pero… No hay remedio, cada cierto tiempo es necesario, tanto por higiene como por el cambio de imagen que supone.

Pues bien, ya que pintamos vamos a seguir la tendencia del momento. Y ahora toca recurrir a los tonos pastel, azulados y rosáceos. Siempre muy ligeros y también muy luminosos, es decir, la idea de una atmósfera primaveral.

Ya que hemos nombrado en el punto anterior la tendencia en los tonos, también os vamos a mencionar la tendencia hacia la ornamentación oriental de espíritu zen. Es decir, unas líneas regidas por la austeridad y los elementos muy neutros. Lo cierto es que nadie podría tener un salón completamente zen, porque sería demasiado funcional, excesivamente sobrio, más propio de la celda de un monasterio que de una confortable vivienda.

Por ello, cuando los diseñadores de estilo minimalista recurren a los elementos zen, en realidad se trata de detalles decorativos, como pueden ser jarrones, o muebles de líneas muy simples, lo cual combinado con ciertos colores y texturas se convierte en propuestas muy interesantes para renovar fácilmente un ambiente.

Has limpiado, has pintado, has cambiado la ropa de los armarios, has recogido las alfombras, las mantas, en fin, que cambiar tu casa en primavera lleva trabajo. Así que te mereces darte un pequeño lujo, o grande depende de la economía de cada uno. Es decir, mientras haces la limpieza reserva un hueco para ese nuevo baúl que te vas a comprar. O cuando cambias las cortinas ya estás imaginándote el jardín con una nueva tumbona. No lo dudes, luego tendrás que ir a comprarla. En definitiva, es primavera, una excusa tan buena como cualquier otra para cumplir tus deseos y también los de tu familia.